lunes, 11 de octubre de 2010

Orgulloso de ser aragonés

Avalancha de información que mi limitada cabecita a veces no es capaz de procesar al completo. Gentío, muchedumbre, multitud, muchos seres humanos reunidos. Actividades lúdicas, festivas, etílicas e incluso culturales. Fiesta, celebración, alegría a raudales y avispados haciendo el agosto a costa del bolsillo y cartera de despistadillos y turistas. Me gustan las fiestas populares. Me gustan las fiestas de mi tierra. Me gustan las fiestas del Pilar. Ayyyyy.... que recuerdos traen a mí estas maravillosas jornadas de octubre. Siendo cachorro humanoide y en formación para ser un man de provecho. el Pilar para mí era sinónimo de ferias, atracciones, manzanas recubiertas de caramelo, que buenas estaban!!!!! Por supuesto el algodón del mismo puesto, era manjar de dioses. Recuerdo ponerme las manos literalmente negras de montar y montar en todos los cacharros de la ferias...... las tómbolas dónde mi papá siempre me ganaba un peluche, una planta, un balón o una tostadora para mamá....... También disfrutaba muuuucho en el circo, que pasada !! Que risas con los payasos, que tensión con los acróbatas y lanzadores de cuchillos, y que pedazo de mierdas tan grandes hacían los paquidermos, eran alucinantes!!!!
Con el paso del tiempo, como casi todos los maños,viví la adolescencia y primera juventud pasando Pilares enteros completamente ciego, conciertos, interpeñas, antros, tugurios, juergas, alguna bronca, botellones de parque, fumando........... otra gran etapa de la cual salimos, sin grandes daños aparentes, y que también recuerdo con muuuucho cariño y una gran sonrisa en los labios cada vez que la recuerdo. Ahora en un par de vueltas de microondas, yo seré esa figura paterna, en la cual se fijará mi queridísimo hijo. Yo seré el que gane peluches, mp4, tostadoras o jamones para él. Yo lo subiré y bajaré de los caballitos, o la noria. Yo lo abrazaré cuando llore al ver a los cabezudos, y observaré en un momento que será eterno ese brillo tan especial en los ojos, de un nene que está descubriendo un mundo nuevo ante él. Y cuando vea su mirada, volveré a recordar perfectamente aquellos Pilares de los años ochenta cuando era yo, esa personita virginal e inocente, afortunadísima de tener los padres que he tenido. Espero que él un día escriba algo parecido a esto, entonces todo será un bucle maravilloso e interminable.
Por si no lo había dicho, me encantan las fiestas de mi tierra, me encantan la fiestas del Pilar.

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